«Leches vegetales», ¿son buenas para mi hijo?

Definiciones de «leche» (R.A.E.):

  1. Líquido blanco que segregan las mamas de las hembras de los 
  2. mamíferos para alimento de sus crías.
  3. Leche de algunos animales que se emplea como alimento de las personas.
  4. Jugo blanco obtenido de algunas plantas, frutos o semillasLeche de coco, de almendras,…
  5. Cosmético de consistencia espesa, generalmente de color blanco. Leche hidratante, leche limpiadora,…

Por definición, podríamos llamar «leche» al jugo blanco procedentes de algunas plantas, frutos o semillas pero, las «leches» vegetales NO SON LECHES, son bebidas no lácteas elaboradas con agua + ingredientes vegetales, a las que se le añaden otros ingredientes para asimilarla a la leche de vaca, pero la leche, tal como la entendemos nosotros, es un producto de origen animal (vaca, cabra, oveja, materna,…). De hecho, si se fijan en el etiquetado, no aparece la palabra «leche» sino «bebida» (salvo la de almendras).

Desde hace unos años, están muy de moda determinadas bebidas (de soja, de avena, de arroz, de almendras,…), en sustitución de la leche de vaca, ya que se han relacionado con una alimentación más saludable, pero esto no siempre tiene porqué ser así, y menos cuando hablamos de nuestros hijos.

El doctor José Manuel Moreno, coordinador del Comité de Nutrición de la AEP, afirma que “aunque los padres se preocupan cada vez más por la alimentación de sus hijos, en ocasiones toman decisiones de acuerdo a fuentes de información que no se basan en el conocimiento científico”.

Muchas veces los padres asumen que los alimentos etiquetados como «naturales», «ecológicos» o «vegetales» son más adecuados para sus hijos. Aunque en los productos consultados en nuestro medio no se indica que puedan incluirse en la alimentación del niño pequeño, tampoco se advierte que no se deben dar a esas edades. Lo ideal sería que en el etiquetado especificaran que no son productos adecuados para niños menores de un año.

En este post vamos a recaudar la información más relevante sobre las bebidas vegetales para que, una vez la tengas, reflexiones y elijas la mejor opción para tu hijo, según las circunstancias de cada uno.

RECOMENDACIONES.

  • La mejor opción, en cuanto a leches se refiere, es la materna.
  • Cuando esta no es esté disponible, lo aconsejable es usar leches de fórmula adaptadas (de vaca, de cabra, hidrolizada,…), que están especialmente diseñadas para esta etapa de la vida, controlando todos los ingredientes para hacerla lo más parecida posible a la leche materna. Además, están suplementadas con vitamina D, hierro, y demás componentes que suelen ser deficitarios a estas edades, y en cantidades adecuadas para niños (reguladas por organismos internacionales como la Academia Americana de Pediatría (AAP), la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) y el Comité Científico de Alimentación de la Comisión Europea).
  • Antes de los 6 meses de edad, NO es recomendable tomar este tipo de bebidas.
  • Entre los 6 y los 12 meses, se podría ofrecer, como cualquier otro alimento natural ofrecidos dentro de la alimentación complementaria, pero NO las bebidas procesadas sino naturales, caseras, elaboradas por nosotros. Por ejemplo, si el niño ya toma gluten, podemos prepararle una bebida de avena al igual que una papilla de avena, sólo cambia la forma de presentación, no los ingredientes. Pero NO podemos darlas en sustitución de la leche materna o de fórmula.
  • A partir del año de edad se puede introducir la leche entera de vaca.
  • A partir del año, se puede introducir las bebidas vegetales procesadas de forma puntual (como cualquier otro alimento procesado), pero en algunos estudios la recomiendan a partir de los 2 años (existen pocos estudios que aclaren este tema). Éstas podrían sustituir a la leche de vaca (aunque ESTA NO ES LA RECOMENDACIÓN GENERAL) si están enriquecidas en calcio y vitamina D, no llevan azúcares por encima de los límites recomendados y siempre dentro de una dieta variada y equilibrada, haciendo hincapié en los nutrientes en los que son deficitarias, supervisados por un Pediatra o experto en Nutrición Infantil y siendo consciente de que no le estamos dando leche sino otro tipo de bebida. Al igual que en cualquier otro alimento procesado infantil, se deben evitar aquellas que lleven aportes altos de azúcares (recuerda que la OMS recomienda una cantidad inferior a 5g de azúcares y, nunca sobrepasar los 10g).
  • Las bebidas de arroz NO son recomendables.
  • Algunas de estas bebidas están enriquecidas en calcio, vitamina D o B12, al igual que algunas marcas de leche de vaca, y este es otro punto a tener en cuenta para elegir la mejor opción.

Leches animales.

Los humanos somos mamíferos, y como tales, en los primeros meses e incluso años de vida, nuestra alimentación principal debe ser leche, creada con todos los nutrientes que necesita el bebé en esta etapa.

La leche y sus derivados, son una buena fuente de proteínas, calcio, vitamina D, vitamina B12 y vitamina B2, en nuestra alimentación.

Las proteínas de la leche son de alto valora biológico (aportan todos los aminoácidos esenciales, que no pueden ser fabricados por nuestro cuerpo, y sólo los podemos conseguir a través de la alimentación).

Además es una buena fuente de vitamina D, que ayuda a la absorción del calcio, junto con la lactosa (azúcar de la leche) que también ayuda a su absorción.

Para los intolerantes a la lactosa (personas con déficit de la enzima lactasa) existe leche sin lactosa (en las que viene ya digerida en glucosa y galactosa), así se evitan los síntomas que produce al no poder digerirla bien.

La leche entera contiene grasa saturada y colesterol. Recordad que los niños necesitan las grasas para su crecimiento, con lo cual, no es recomendable usar leche semidesnatada o desnatada. Y en caso de optar por alguna de estas leches por algún motivo, debería seleccionarse aquellas que vengan enriquecidas en vitaminas liposolubles (A, D, E, K) que se pierden a retirar la grasa de la leche.

Existen algunas bebidas a las que se le han añadido grasas insaturadas a través de grasas de origen vegetal o aceite de pescado.

Recordad que actualmente NO existe evidencia científica que haya demostrado que la leche aumenta la producción de mocos.

Bebidas vegetales.

Dentro de las bebidas vegetales podemos encontrar:

  • Cereales: arroz, avena, espelta…
  • Frutos secos: avellanas, almendras,…
  • Leguminosas: soja.
  • Pseudocereales: quinoa.
  • Semillas: lino, sésamo,…
  • Tubérculos: horchata.

Características:

  • Alternativa para personas con alergia a las proteínas de leche de vaca.
  • No contiene lactosa (el azúcar de la leche que ayuda a la absorción de calcio).
  • Alto contenido en carbohidratos (bebida de arroz) y azúcares añadidos (para mejorar el sabor, variable dependiendo de la marca). Elegir siempre la de menor contenido en azúcares.
  • Bajo contenido en grasas saturadas y colesterol, salvo la leche de coco (con alto contenido en grasas saturadas).
  • Aportan grasas saludables (insaturadas).
  • Las proteínas que contienen son de mediano valor biológico puesto que les faltan algunos aminoácidos esenciales. La bebida de soja es la que tiene mayor contenido proteico y de mayor calidad.
  • Bajo contenido en calcio y otros minerales. Si la bebida tiene calcio añadido en forma de carbonato cálcico, este tiene una absorción similar a la de la leche pero, si han añadido fosfato tricálcico, tiene una menor absorción.
  • Bajo contenido en otros micronutrientes como la vitamina D. Se recomienda optar por bebidas enriquecidas en calcio y vitamina D.
  • Aunque algunos alimentos (soja, avena, almendra y arroz integral) son ricos en fibra, las bebidas elaboradas con ellos suelen tener menor cantidad.

Bebida de avena.

Tiene una composición más equilibrada de nutrientes, con proteínas, ácidos grasos, minerales como el hierro, vitaminas del grupo B y fibra.

En comparación con las fórmulas infantiles adaptadas:

  • Menor aporte calórico.
  • Menor aporte proteico.
  • Menor contenido en carbohidratos.

No es una opción para los celiacos.

Bebida de almendras.

Aporta proteínas, grasas cardiosaludables y contiene una muy buena proporción de tres minerales básicos para la salud del esqueleto: calcio, magnesio y fósforo. 

En comparación con las fórmulas infantiles adaptadas:

  • Menor aporte calórico.
  • Menor aporte proteico.
  • Menor contenido en carbohidratos.
  • No contiene vitamina D, salvo las fortificadas.
  • Los fitatos disminuye la absorción calcio.

Puede tener efecto bociógeno, causando daño en la glándula tiroides. Su consumo en exceso tiene efectos negativos en el riñón (por su contenido en oxalatos).

No se puede consumir en caso de alergia a los frutos secos.

Bebida de soja.

Es la mejor opción. Es la más nutritiva y completa. Sus proteínas son de mayor calidad y aporta buenas dosis de vitaminas del grupo B, pequeñas cantidades de hierro (mejor si está enriquecida), y escaso contenido en grasa saturada. Contiene isoflavonas, sustancia con beneficios para la salud.

En comparación con las fórmulas infantiles adaptadas:

  • Menor aporte calórico que lo recomendado para fórmulas infantiles en el primer año.
  • Mayor aporte proteico que lo recomendado en las fórmulas elaboradas con proteínas de soja y contenido insuficiente en algunos aminoácidos.
  • Menor contenido en carbohidratos, además, no contiene lactosa que ayuda a la absorción del calcio.
  • No todas están suplementadas con calcio y vitamina D, así como otros minerales y vitaminas necesarios que sí aportan las leches adaptadas.
  • Los fitatos disminuye la absorción calcio.

La leche de soja para bebés no se usa demasiado, en realidad, porque tiene pocas indicaciones. En caso de alergia se dan las fórmulas de leche de vaca hidrolizada, así que la única situación en que debería darse la de soja sería si el bebé padece galactosemia y deficiencia hereditaria de lactasa, que es muy poco frecuente, o porque los padres sean vegetarianos y quieran alimentar de esta manera al bebé desde un principio.

*Aclaración: las fórmulas adaptadas para bebés, elaboradas con proteínas de soja, especialmente indicadas para niños con alergia a las proteínas de leche de vaca, NO son lo mismo que las bebidas de soja para adultos. También se debe recordar que exiten personas con alergia a la soja, por lo que esta opción tampoco sería apropiada para ellas.

Bebida de arroz.

No recomendable en lactantes y niños pequeños porque puede estar contaminada con arsénico, por lo cual, sólo por esto, ya no es una buena opción (salvo que se declare el arsénico inorgánico en el el etiquetado). Además, su contenido en proteínas es muy bajo, en comparación con otras bebidas y con la gran cantidad de carbohidratos que contiene, por lo que no es un buen sustituto de la leche ya que puede provocar desnutrición y fallo de crecimiento.

En comparación con las fórmulas infantiles adaptadas:

  • Alto contenido calórico.
  • Bajo contenido en proteínas y lípidos.
  • Contenido aceptable de carbohidratos, con algunos azúcares simples (fructosa y sacarosa).
  • No contiene vitaminas.
  • Deficiente en hierro y calcio (salvo que esté suplementada).

No recomendable en menores de 2 años.

*Aclaración: las fórmulas adaptadas para bebés, elaboradas con proteínas de arroz, especialmente indicadas para niños con alergia a las proteínas de leche de vaca, NO son lo mismo que las bebidas de arroz para adultos.

Déficit nutricionales producidos por el consumo de leches vegetales.

En los primeros meses de vida es importante aportar las cantidades de nutrientes requeridas para lograr un crecimiento físico y un desarrollo psicomotor adecuados.

Si se sustituye la lactancia materna o la de fórmula por otras fuentes de bebida, fundamentalmente vegetales, pueden producirse importantes consecuencias nutricionales.

Se desaconseja el empleo exclusivo de bebidas vegetales por los siguientes motivos:

  • Proporcionan un aporte energético insuficiente (especialmente las de almendras y las de soja).
  • Proporcionan un aporte insuficiente de proteínas (especialmente las de arroz y las de almendras).
  • Proporcionan un aporte muy bajo de proteínas, con niveles energéticos relativamente adecuados (bebida de arroz).
  • Proporcionan un aporte de proteínas en cantidades aceptables (como las de soja), pero de bajo valor biológico.
  • Proporcionan un aporte excesivo de azúcares monosacáridos y disacáridos, sin aporte de lactosa (todas ellas).
  • Proporcionan un aporte de lípidos vegetales sin suplementos de ácido docosahexaenoico y ácido araquidónico (todas ellas).
  • Proporcionan aportes insuficientes de vitamina D y calcio (en la mayoría de ellas, salvo que estén suplementadas).
  • Proporcionan aportes insuficientes de cloro y sodio (sobre todo las de almendras).

CONCLUSIÓN: LAS BEBIDAS VEGETALES NO SON UNA ALTERNATIVA NUTRICIONAL A LA LECHE DE VACA.

El empleo de bebidas vegetales de forma exclusiva en el lactante o niño pequeño entraña riesgos graves para la salud.

Motivos por los que se emplean bebidas vegetales en lactantes en vez de fórmulas infantiles.

  • Por ser de origen vegetal frente a la leche de vaca.
  • Por la preferencia de dietas alternativas.
  • Por el intento de prevenir o tratar una supuesta alergia alimentaria.
  • Por formar parte de dietas vegetarianas estrictas.
  • Por una supuesta menor contaminación de los alimentos.
  • Por ser alimentos más «naturales».
  • Por consejo de profesionales de medicinas alternativas.
  • Por motivos económicos.
  • Por desconocimiento de las consecuencias nutricionales.

Vamos a recordar algunas noticias:

  • Muere un bebé de 7 meses que recibía una dieta sin leche adaptada y pesaba 4 kg.

https://www.bebesymas.com/salud-infantil/muere-un-bebe-de-7-meses-que-recibia-una-dieta-sin-leche-adaptada-ni-gluten-y-pesaba-4-kg

La bebida de quinoa era la principal en su dieta, y a esta le añadían otros alimentos, aunque por la edad aún comía poco. Convencidos de que esa dieta era perfecta para él, la mantuvieron hasta que su estado de salud fue ya demasiado frágil.

  • Un bebé que tomaba solo leche de almendra enfermó de escorbuto.

https://elpais.com/ccaa/2016/01/20/valencia/1453282831_773493.html

Debido a esto, el bebé estaba cansado, irritable, estaba dejando de crecer y sufría pequeñas fracturas en varios huesos. En la analítica vieron que tenía niveles alterados de zinc, vitamina C y D y hormonas tiroideas y en las radiografías se constataron varias fracturas además de una pérdida generalizada de masa ósea. El escorbuto es producido por un déficit importante de vitamina C, una vitamina necesaria para la síntesis de colágeno, que se manifiesta con hemorragias cutáneas diversas, rotura y caída del pelo, afectación de las encías hasta el punto de caerse los dientes, debilidad, etc.

Tipos de bebidas vegetales en lactantes y riesgo de patología nutricional:

  • Bebida de soja: se asocia a raquitismo (por bajo aporte de calcio y vitamina D, junto con la falta de lactosa y alta cantidad de fibra insoluble que reducen su absorción) y, con menor frecuencia, a anemia ferropénica, fallo de medro y alcalosis metabólica.
  • Bebida de arroz: se asocia a kwashiorkor (desnutrición proteica) y, con menor frecuencia, a fallo de medro y anemia.
  • Bebida de almendras: se asocia a alcalosis metabólica grave (por su bajo contenido en cloro y limitado en sodio) y, con menor frecuencia, a raquitismo y fallo de medro.

* Datos clínicos y analíticos del kwashiorkor

• Datos clínicos: Anorexia; Letargia, apatía e irritabilidad; Fallo de medro; Diarrea; Edemas (maleolares, orbitarios, anasarca…); Hepatomegalia (hígado graso); Distensión abdominal; Piel: lesiones parcheadas pigmentadas e hipopigmentadas, exfoliativas. Aspecto frágil; Pelo: fino y despigmentado; Aumento de susceptibilidad a infecciones graves (hipo-gammaglobulinemia e inmunodeficiencia celular).

• Datos analíticos: Hipoalbuminemia (signo guía); Hipoproteinemia; Hipertransaminasemia; Anemia ferropénica; Niveles bajos de zinc.

Lo que opinan los expertos.

Para concluir, recuerdo algunas afirmaciones y recomendaciones de otros compañeros y expertos:

Como pauta general, y salvo indicaciones específicas del pediatra, para el consumo en la infancia se recomienda la leche entera”, señala el profesor Antonio Jurado, presidente del Comité Científico del Congreso, quien a su vez recuerda que no se consideran productos lácteos a “aquellas bebidas de origen vegetal como la soja, el arroz o las almendras” e insiste en que “antes de sustituir la leche por otros alimentos se consulte con el pediatra para evitar déficits en la alimentación del niño”.

Por su parte, el doctor José Manuel Moreno, coordinador del Comité de Nutrición de la AEP, añade que “estas bebidas vegetales no pueden compararse con la leche de vaca ni en su contenido proteico ni en el de minerales y vitaminas, por lo que no deben sustituir a las bebidas lácteas como principal fuente de calcio y fósforo entre otros nutrientes”. Los estudios demuestran que el consumo de leche y lácteos está relacionado con el desarrollo óseo durante la etapa infantil.

Con la variedad en la dieta, se previene el exceso y la deficiencia. Cuando se hacen dietas restrictivas sin justificación, excluyendo alimentos importantes durante la infancia se pone a los niños en riesgo, al tiempo que se le priva de disfrutar de los aspectos gastronómicos de la dieta, que la hacen apetecible y, al mismo tiempo, saludable”, explica el profesor Antonio Jurado. Por ello, insisten en el papel del pediatra como asesor de salud infantil para, junto a las familias, adaptar las dieta sin que ello suponga un riesgo de salud.

Y para terminar, añado el decálogo “Importancia de la leche en la etapa infantil”, elaborado en colaboración con la Fundación Española de Nutrición (FEN) y con la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT). Este documento subraya la importancia de mantener un consumo adecuado de leche y productos lácteos durante los primeros años de vida, ya que este alimento supone un aporte fundamental de nutrientes imprescindibles para el buen desarrollo de los niños.

https://tupediatraenelbolsillo.home.blog/wp-content/uploads/2019/01/decalogo-importancialecheetapainfantil.pdf

RECUERDA: si quieres obtener los beneficios de algún alimento (almendras, avena,…), LA MEJOR OPCIÓN SIEMPRE SERÁ CONSUMIRLOS EN SU FORMA NATURAL, sin procesamiento, conservando todas sus cualidades y sin añadidos de otros ingredientes menos saludables, incorporándolos en una dieta completa y variada.

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